Sapere aude

martes, 10 de noviembre de 2009

Engreidos



Es prácticamente imposible no tropezar a lo largo de tu vida con seres de dudosa consistencia,es decir,de valores ciertamente perpetuados que se muestren tras los hechos y no con ligeras palabras.Es agotador encontrarte con almas parlanchinas que proclaman sus dudosas virtudes,que crean monólogos absurdos sobre ellos mismos y solo por ellos mismos.Sospecho de los engreidos y de su amor propio,porque lejos de creerlos y tras mi silencio y mi lengua doscientas veces mordida,tan solo les dedico tiempo para concretar el porque de tanto alarde,pues nadie puede amarse tanto,eso,tan solo se podría llamar enfermedad.Sé que ninguno de ellos está enfermo de narcisismo y me alegro porque el narcisista no conoce la palabra placer,asi que a pesar de la elevada repugnancia que me despiertan aquellos que están encantados de conocerse,suspiro aliviada al creer que a pesar de todo no son tan profundamente infelices como parecen.Obviamente no pierdo el tiempo en contradecir a cualquiera que escupa virtudes sobre su ser,pues,en realidad,intuyo un gran vacío en sus pechos que tratan de suplir con argumentos que tan solo un idiota puede creer,la pregunta es¿se lo creen ellos?es obvio que tanto esfuerzo por brillar tan solo delata su propia consciencia de sus pobres armas naturales del verdadero encanto humano,con eso,ya tienen suficiente pesar,así que no voy a ser yo quien les remate confirmando sus profundas sospechas sobre si mismos.Pero no siempre todo queda ahí,a menudo,los engreídos,poseen dos puños de dimensiones sobrehumanas con los que ansian aplastar a cualquiera que se entrometa en su camino y es ahí,cuando la zarpa sale a saludarte,cuando tus colmillos sorprendentemente crecen dispuestos a arrancar muñecas y todo lo que pretenda aplastarte,te conviertes en fiera y en tu propia madre.Tu solo pasabas por ahí y un estúpido creyó ser más que tú,pero el nombre es algo sagrado y nadie se va a hacer dueño de el para exaltar la mentira de su propio ser.

*Pacorra*


(...)"Satán solía decir que nuestra raza vivía una vida de autoengaño continuo e ininterrumpido.Se estafaba a si misma desde la cuna hasta la tumba con imposturas e ilusiones que tomaba por realidades,y esto convertia su vida entera en una impostura.De la veintena de buenas cualidades que imaginaba tener y de las que se envanecía,en realidad no poseía prácticamente ninguna.Se consideraba a sí misma como oro,y era solamente latón"(...)

Mark Twain(El forastero misterioso)

1 comentario:

  1. Nada que decir, el escrito es perfecto.
    Da gusto leerte.

    La tristeza que me embarga es que halla personas que no tuvieron la suerte de acceder al conocimiento y sean victimas diarias de la exaltacion del ego de estas personas.

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