Sapere aude

jueves, 18 de noviembre de 2010

Angelita

La piel,como valor absoluto del cálido regazo que mece nuestro latir,se esfuma en un instante.Arde tras la sostenida melodía,que,como cualquier canción tiene su principio y su fin.Recuerdo,si,recuerdo esos días en los que hablabas de los aromas que vestían tu piel de flores.Como tus mañanas eran de tostadas y café,tus muebles rojos,tus manos blancas.Recuerdo cuando salias a despedirnos al balcón los Sábados,recuerdo cosas que no recordaba y hoy mi memoria se desborda tras la tormenta de tu declarada ausencia.Ni tu volverás con tu amor a la vida ni yo,jamás,reconstruiré ni el abrazo,ni el beso con el infinito plural que esconde mi pecho.Te fuiste y tras de ti,dejaste tu brillante recuerdo y una punzante lección.
Ya pasó,se acabó tu sufrimiento,tu dolor...